jueves, 29 de septiembre de 2011

Bicivilidad

Una de las asignaturas pendientes de nuestro ciclismo urbano es la visibilidad. Todo lleva su tiempo: acostumbrarse a andar en bicicleta en la ciudad, equipar la bicicleta, mejorar nuestra actitud, ganar nuestro espacio, defender nuestra presencia... Todo esto que de día ya resulta complicado, de noche se convierte para muchas personas en un reto. Y no es tan difícil, pero, como todo, depende de la determinación, de las prestaciones y del buen uso que se haga de ello. Antes de que nos impongan el cambio horario que nos recorta la vida en invierno debemos aprender a ser bicibles.

Bicivilidad, o visibilidad responsable en bicicleta, es un conjunto de equipamientos y actitudes que nos hacen más seguros circulando en bicicleta en condiciones de poca luz.

Luces

Un elemento transcendental cuando circulamos de noche es una buena iluminación complementada de elementos reflectantes. Luces delantera y trasera que alumbren, que avisen a los demás vehículos de nuestra presencia, de nuestra posición y de nuestra velocidad, tanto desde delante y detrás como lateralmente (el golpe lateral es, de todos, el más grave). Luces de calidad permanentes (la intermitencia que tanto gusta aquí es ilegal y no es más visible) y que no se apaguen cuando paramos. No escatimes en unas buenas luces y elementos reflectantes, tu integridad puede depender de ellas.

Cámaras

La visión nocturna es, en líneas generales, más segura entre vehículos. Hay menos sorpresas y se puede anticipar su llegada porque vienen precedidos por un halo luminoso. De todas maneras, hay que extremar precauciones y asegurarnos que nos han visto y entonces el contacto visual con los conductores es especialmente dificultoso.

Acción

Una vez en marcha la clave es, más que nunca, ocupar un espacio en la calzada, por el centro de un carril, señalizando nuestras maniobras, con seguridad, con dignidad y con respeto, cumpliendo escrupulosamente el Código de Circulación, como un vehículo más. Ahora bien, con el vehículo en perfecto estado: además de las luces, frenos, cambios y ruedas revisados y en buen estado. Sin sorpresas, conduciendo con anticipación y con atención, lograremos un nivel de seguridad inmejorable.

Cumpliendo estos sencillos consejos serás bicible y podrás circular sin riesgo. Si no serás un fantasma en bicicleta  ¿Listos para sumergirnos en la noche invernal?


2 comentarios:

  1. Vamos hombre. ¿Llevar cámara de visión nocturna para montar en bici o conducir en ciudad con lo caro que es?. A veces un sistema de visión nocturna o un amplificador de luz residual sale más caro que la propia bici e incluso algunos coches de primera mano. Eso no lo llevan ni los BMR de La Legión ni cuando conducen por Kabul capital.

    De todas formas es un artículo interesante y no ha sido tan pretencioso como cuando radicalizas el empleo de la bici en la calzada y propones discutir con los automovilistas que te vacilan con el coche. La bici es para disfrutar, no para pasar malos ratos discutiendo con el farruquito de turno

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  2. ¿Cámaras de visión nocturna? Ja, ja. No hombre, no. Es la vista. He utilizado el "Luces, cámaras, ¡acción!" cinematográfico para explicar los tres puntos, pero ya veo que no se pilla.

    Un saludo.

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