domingo, 13 de noviembre de 2011

Carril perro, vida perra

No es una descripción de un carril bici, aunque cabría un silogismo que asociara el ejercicio de encarrilar a los distintos usuarios de los espacios públicos con algo indigno o muy malo, en esa desafortunada pero también muy utilizada acepción del término perro como adjetivo. En ese sentido cualquier carril es en sí mismo perro porque limita, condiciona, segrega, discrimina, cercena la libertad de movimientos, la discrecionalidad. 

Esta vez no. Esta vez es literal. Me he topado con la sorpresa de que la circulación que se trata de condicionar es precisamente la perruna. Increíble pero cierto. Es tal la obsesión de nuestros ordenantes que ya no saben a quién controlar con tal de que no sean los automovilistas. ¿Perros? Por aquí, por favor.


Ya nos habíamos acostumbrado a otro tipo de señalización que los excluía de determinados espacios por resultar indeseables.


Y también se nos empiezan a hacer familiares otras señales que regulan la actividad perruna en nuestras calles y parques.


Habíamos visto perros utilizados como señalización horizontal para advertir a los menores de la peligrosidad que les acecha en la puerta de sus colegios, que no es otra que la agresividad y las prisas de sus padres que, a bordo de sus coches, van a recogerles poniéndoles en peligro.


Ahora bien, lo del "carril perro" se lleva la palma o la zarpa, que en este caso igual es más adecuado.

El otro día en una discusión de red social alguien dijo que al único al que habría que segregar en nuestras ciudades es al coche, el único que verdaderamente discrimina a los demás, el único que condiciona al resto de usuarios de nuestras calles, el único peligroso y que pone en juego la seguridad de los demás.

No sé qué llegaremos a ver con tal de no tocar el espacio reservado para el coche en nuestras ciudades. Ya hemos segregado a las bicicletas, a los peatones, al transporte público, a los patinadores y ahora también a los perros. ¿El siguiente por favor?

2 comentarios:

  1. Segreguemos a esos ancianos que se paran a hablar en mitad de la acera bloqueandola. Pongamos, digamos cada 50 metros, zonas de charla ligera. Las marcaremos en el suelo con un círculo de color a debatir.

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  2. esto te va a encantar.....en Vila-real, tenemos....carril persona (no es coña)

    http://www.diariodekayak.es/diario/carril%20persona.jpg

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