miércoles, 4 de enero de 2012

Donde acaba el camino

Hoy he encotrado esta imagen aquí y me ha resultado especialmente inspiradora. Sobre todo después de los últimos acontecimientos que nos han sumido en una vorágine de comentarios, artículos, secuelas, propuestas y lamentaciones.

La imagen de un camino que nos abandona en un mar que, aunque inquietante, parece tranquilo y navegable, es una especie de alegoría de la situación a la que estamos llevando a la gente: a donde se acaba el carril bici protector. Es terrible pensar como piensan algunos que debería haber caminos por todos los lados como única manera de llegar a la otra orilla.

El simbolismo de esta imagen me suscita una cuestión:

¿Estamos realmente resolviendo el problema haciendo caminos para las bicis o lo estamos empeorando?

Desde luego, depende de cuál sea el problema que tratemos de resolver. A saber. Hay algunos que buscan incrementar el número de ciclistas a base de hacer preguntas orientadas a la gente. Algo así como: ¿usaría usted la bicicleta si le hiciéramos carriles seguros y exclusivos por todos los lados? No hace falta demostrar cómo ni por qué. Funciona. Y los ciclistas siguen el carril.

Hay otros que lo que persiguen es tratar de que la gente que quiere utilizar la bicicleta sea consciente de las precauciones y habilidades que hay que tener al conducirla para prevenir situaciones de riesgo. Para ellos los caminos, en la mayoría de los casos, no hacen más que incrementar las situaciones de peligro innecesariamente.

¿Les damos peces o les enseñamos a pescar?

Me recuerda mucho al dicho ese que acusa a las sociedades opulentas de repartir limosnas entre los pobres en vez de darles herramientas para que salgan de su miseria. Esto es algo parecido, solo que los peces que les damos a los cilclistas muchas veces, muchísimas, están envenenados.

Lo más sangrante del asunto es que es muy fácil hacer demagogia con el carril bici diciendo que es lo que la gente demanda y lo que a la gente le impulsa a andar en bici y después hacer cualquier chapuza con este argumento y poner de manera negligente a esa misma gente en peligro y con la excusa de los abultados presupuestos que se manejan, aducir que ya se está haciendo bastante por las bicis.

¿Les damos bicis o les ayudamos a usar las suyas?

La misma lógica la podemos aplicar a las bicicletas públicas. Parece que es políticamente más correcto, además de más rentable, "regalar" bicicletas para que la gente se "ahorre" en aparcamiento, mantenimiento y reposición de bicicletas, en vez de ayudarles en la compra, el mantenimiento y las facilidades para guardar las bicis a buen recaudo.

Con este tipo de actuaciones de montantes megalíticos estamos invitando a la gente a andar por caminos rodeados de mares enbravecidos, en vez de tratar de calmar a los que provocan la tempestad y demostrar a esa misma gente que se puede nadar en aguas tranquilas con facilidad, en vez de seguir haciendo estanques, piscinas y canales inposibles.

El problema de fondo es que nos ha dado la prisa por tener montones de gente en bicicleta en nuestras calles y con ese fin somos capaces de justificar cualquier medio, en lugar de haber sentado, con calma pero con determinación, las bases para configurar un nuevo orden y un nuevo estilo de movilidad en nuestras ciudades que las haga más accesibles para los medios de transporte limpios, blandos, económicos, amables... y más sostenibles.

3 comentarios:

  1. pues yo no me atrevería a decir si convienen o no sistemas de bici pública o ciclovías. Creo que esos proyectos al igual que bulevares o rotondas o plazas, no tienen sentido cuando no hacen ciudad, es decir, cuando no urbanizan la ciudad, no la hacen viva ni generan usos de sus espacios públicos, porque son vistos como parches o rellenos y no como parte de un plan más integral que es el de generar ciudad.

    ResponderEliminar
  2. pero de ahí a decir que las ciclovías o las bicis públicas no van a resolver el problema de la movilidad en las ciudades, también es ser demasiado ingenuo con respecto a la visibilidad que pueden generar de un actor usualmente invisible: los ciclistas

    ResponderEliminar
  3. Alexa, no hay mucha gente dispuesta a hacerse 25, 30, 40,... kilómetros en bici diarios, y ahí esta uno de los meollos de la cuestión de la movilidad... al menos en España donde mudarte a vivir cerca de tu lugar de trabajo...

    ResponderEliminar