lunes, 20 de febrero de 2012

Menos tráfico ¿menos espacio para coches?

Valencia, que últimamente se ha propuesto estar en los titulares del asunto de la movilidad por activa y por pasiva, nos ha dado la de cal, después de darnos muchas de arena: el tráfico de coches se ha reducido en los últimos 5 años en un 15%. Impresionante.

Entre la crisis, la mejora del transporte público y las bicis, el coche ha perdido adeptos a razón de 120.000 viajes diarios, que ahí es nada. Esto, que dicho así ya es un triunfo, curiosamente podría traer unas consecuencias realmente halagueñas si en la reducción del tráfico rodado se aplicara la misma lógica que en su incremento. Esto es, que una reducción del 15% del tráfico, según la lógica aplicada en las últimas décadas, significaría una automática reducción en el espacio destinado a ese fin en una proporción similar. Ya sólo en metros cuadrados de aparcamiento supondría algo así como la recuperación de 1.200.000 metros cuadrados para otros usos (200 campos de fútbol a repartir por el centro de Valencia). Eso a sumar al espacio en calzada que se liberaría (un 15% de todo el viario). Así de sencillo, así de bestial.


Pero no, lejos de ir en esa dirección, en la misma noticia se nos informa de la inauguración de un nuevo puente sobre los jardines del Turia que ofrece una nueva oportunidad a los coches para entrar al centro de la ciudad por la vía directa, sin rodeos. Es lamentable que los responsables de una ciudad tan orientada hacia el coche tengan una barrera cognitiva tan fenomenal y que sean capaces de perder oportunidades históricas como la que se le presenta para ofrecer a sus ciudadanos expectativas que excluyan al coche como medio protagonista de la movilidad y para darle espacio y sobre todo mayor importancia a esas otras formas de moverse que aportan más y que ofrecen la posibilidad de construir una ciudad más humana, más accesible, más segura, más social y más atractiva.

7 comentarios:

  1. Hola, Eneko. Especialmente sangrante es el caso de las calles más céntricas de la ciudad, entre ellas la calle Colón que ilustra tu post: coches y coches a todas horas y a velocidades excesivas, y un centro urbano, por tanto, siempre lleno de ruido. Ese centro podría ser una delicia para paseantes, peatones y ciclistas con un poco de restricción del tráfico y sobre todo de las velocidades máximas del tráfico. Sin embargo, ahí tenemos a esa calle Colón, a la Plaza del Ayuntamiento, a la bella calle Pintor Sorolla, etc. siempre infectadas e infestadas de autos y sin ABSOLUTAMENTE NINGUNA infraestructura ciclista (ni siquiera las malhadadas aceras-bici). Y como parece que circulan muchos menos coches cada día, los que sí circulan tienen más espacio para pisar el acelerador a base de bien. La movilidad en esta ciudad es una ruina.

    Saludos!

    Actibici.

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  2. No olvidemos quien gobierna en Valencia: un nutrido, engreido y mediocre grupo de políticos populistas sin ningún gusto o amor por las cuestiones más básicas y civilizadoras. Han gobernado y gobiernan desde el grito alitoso, desde el golpe en la mesa y desde la chequera del contribuyente. Han creado decorados costosísimos, decorados huecos y faraónicos. Han batido records de infamia y han construido ciudades de las ciencias sin ciencia, palacios de las artes sin arte, aeropuertos sin aviones y estadios sin fútbol. Lo más triste de todo es que miles de corderos les siguen a este sacrificio total.

    Es malo acusar complejos, pero peor todavía es ignoralos y hacer gala de ellos viviendo siempre en un pulso constante cuyo único objetivo es evitar el afrontar de cara y con autocrítica ese mismo complejo.

    Valencia necesita una terapia, pero antes tiene que reconocer ella misma que está enferma, pero esto ya es otra historia.

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  3. Si. Pero todo no es mérito de los gobernantes y el rebaño... los que se organizan en su contra (por ejemplo, y entre otros muchos, Valencia en Bici) también tendrían que repensar y aceptar errores en sus estrategias, objetivos y formas de actuar.

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  4. Muy de acuerdo contigo Eneko. Las cifras son tan buenas que suponen una oportunidad inmejorable. En el post de hace unos días decías que la reducción del uso del coche podría suponer en realidad un efecto llamada. Pues, reducir el espacio dedicado al coche a medida que disminuye su demanda podría ser una buena solución para evitar eso.

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  5. El nuevo puente es un ejemplo fantástico del tema que trataste en tu articulo de hace unos dias "¿Para quién debe ser la línea recta?".

    El puente es recto para los coches y autobuses. Sinuoso para los peatones. Inexistente para los ciclistas. Te mandan al puente proximo si quieres cruzar montado.

    Aunque bueno, yo siempre voy a cruzar el puente por la calzada.

    Juan Carlos I, dinos los errores y trabajaremos por enmendarlos. En la pagina del colectivo puedes ver cuando nos reunimos. Estas invitado a venir y explicarnoslos.

    Un saludo.

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  6. Juan Carlos I, dinos los errores y trabajaremos por enmendarlos.

    ... y lo dice después de lo de El puente es (...) Inexistente para los ciclistas.

    Flipante.

    Tio, si crees que "el puente es inexistente para los ciclistas" estás muy lejos de entender (o de ni siquiera querer entender) algo de lo que Juan Carlos I (o yo, o cualquier otro) pudiésemos explicarte.

    Menos retar a Juan Carlos I a que vaya a "explicaros" cosas evidentes y más mirar a la calle e intentar recuperar el sentido común. Tienes que aprobar el bici-parvulario antes de que poder aprovechar una clase de Primaria.

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  7. La última vez que estaba en Valencia empecé a cruzar una calle de cinco carriles cuando la señal de peatones estaba en verde. Parpadea tres veces y me deja en medio de una estampida de conductores agresivos, manos en el klaxón.
    No me dio una impresión de una ciudad muy agradable en este sentido.

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