lunes, 18 de junio de 2012

¿Qué pasará cuando todo esto se vaya a la mierda?

Es feo plantearlo así, pero quizás es más necesario que nunca. Es lamentable la situación en la que nos encontramos: en una sociedad indignada con unos dirigentes inoperantes, que, como mucho, son marionetas de unos terceros a los que nadie acaba de poner cara ni intenciones reales, con una incertidumbre monumental que pasa por no saber qué hacer ni con nuestra hucha y con una sensación de culpabilidad y victimismo colectiva de no te menees. En medio de este guirigay, aturdidos por las cotizaciones y amedrentados por rescates, intervenciones y corralitos hay que seguir viviendo sin saber con certeza cuándo todo esto se va a ir a la mierda de una vez por todas para empezar de nuevo desde un sitio que aunque sea deplorable (que no lo va a ser) al menos sea cierto (que tampoco lo será del todo).

¿Estamos al borde de un abismo o en un acantilado con vistas? (Foto: Gorka)
 



¿Qué pasará después de la debacle? 

Esa es la pregunta del millón. En qué posición estaremos. ¿Podremos comprar bicicletas importadas o tendremos que volver a aprender cómo se construían porque volveremos a ser un país emergente? ¿Nos devaluarán tanto que nuestras opciones en el extranjero se reduzcirán a poder vender algo que ahora mismo no tenemos ni sabemos hacer o simplemente nos intervendrán de una manera tan apabullante que nuestras aspiraciones soberanistas, sean del territorio que sean, se limitarán a tu inscripción censal y al mantenimiento de tu lengua y tus costumbrismos?

¿O acaso no habrá debacle?

Dicen los expertos que nada de esto va a ocurrir, pero, curiosamente, son los mismos expertos que nos han traído hasta aquí con falsas promesas y engaños sucesivos.

El mensaje es que aquí estamos unos cuantos dispuestos a pelear en el siguiente campo de batalla con la misma ilusión con la que peleamos en el anterior, sin creernos nada pero creyendo en lo que hacemos, pero, por favor, que se definan de una vez las condiciones de juego porque, si no, la única pelea es la pataleta y esa no produce nada que no sea indignación e insatisfacción. Y que se callen por favor toda esta cuadrilla de botarates que llevan haciendo el ridículo demasiado tiempo jugando a que mandan.

No queremos saber si habrá más carriles bici, ni si se impartirá biciclismo en las escuelas, no queremos saber si la gente, siquiera, andará más en bici o no (y mira que en esto nos va algo) simplemente queremos que cese este ruido, esta situación de alarmismo, esta huida hacia nadie sabe dónde, esta desconfianza, esta confusión y esta postración colectiva. Lo demás, ya lo haremos entre todos, o entre los que estemos dispuestos a hacer algo.

4 comentarios:

  1. Me encanta el último párrafo.
    Qué pensáis de la economía del bien común?
    Salud y pedal.

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  2. Las tragedias y comedias griegas de hace 2.500 años ya hablaban de esto y no es una profecía ni que fueran muy inteligentes, es el ser humanos desde siempre. Esto es un ciclo como otro más a lo largo de la historia pero cambiando algunos factores o parámetros. A la hora de la verdad hasta la biblia tiene razón, "No hay nada nuevo bajo el sol." El hombre ha llegado a la luna, hay telefonía móvil y electricidad, pero el ser humano es lo mismo, "Aunque la mona se vista de seda..."

    Es normal que la gente se indigne pero en eso hoy somos diferentes, mucho hablar y poco hacer, por mucho que durmamos siete años en una plaza no vamos a arreglar nada. En otros tiempos se hacían revoluciones y tal... y rodaban cabezas... y hoy? Se pone en Twitter: Estoy encabronado con el hijo de la meretriz que era empleada de aquel lupanar.

    A mi, sufrir en la carretera y escribir sobre mis viajes me evade de todo ese sin sentido que es el mundo que nos rodea pero siempre ha sido así. Llámale conformismo o cansancio pero todo lo tapan con "Pan y circo," ahora la Eurocopa, luego La liga, Eurovisión, Gran hermano y así un sinfín de tupidos velos. Es un tema eterno que nos toca a todos, me toca la indiferencia y muchas cosas más pero precisamente ahora cada uno es su propio mesías, cada cual está predicando lo suyo en su propio desierto e ignorando al de al lado, cada cual es su propio dios y así es como nos querían, como los locos de un hospital psiquiátrico.

    No hay forma de que una persona sola pueda luchar contra el poder que nos "defiende." Yo a veces me siento un paria luchando contra la corriente, jugándome la vida en las carreteras y ciénagas rodeado de panteras, caimanes, osos y serpientes venenosas. Gastando miles de dólares en un proyecto en español único, pionero, nunca hecho antes [llámalo como quieras] en este lugar. Y que recibo? Indiferencia, espaldarazos y patadas en el culo y más aun cuando se las dan de "Viva la raza hispana..." Pero contra la industria poderosa del turismo y la pequeña mafia de medios de comunicación en nuestra lengua de aquí, no se puede... Quizás me equivoqué de idioma...

    Lección sobre la xenofobia: La gente odia a los americanos por mil razones, pero no se puede meter a todo el mundo en el mismo saco. Y digo más, teme al que tienes al lado porque el que te ayuda es casi siempre el diferente, el que no conoces....

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