miércoles, 24 de octubre de 2012

¿Existen las fuentes del conocimiento ciclista?

En esto de la bici, hay mucha gente empeñada en tratar de demostrar que algo es incuestionable simplemente porque alguien, titulado a ser posible, lo ha escrito en un informe. Da igual que las condiciones, las circunstancias y las características del objeto de estudio sean controvertibles. Si está escrito es verdad y sirve. Sobre todo a la hora de argumentar modelos de fomento de la bicicleta. Con eso basta.

Por otro lado, hay muchas otras personas que criticamos abiertamente el modelo de implantación y promoción de la bicicleta como medio de transporte de este país, lo hacemos desde un punto de vista que puede interpretarse como gratuito, simplemente porque es cualitativo y categórico.

Así nos permitimos hacer afirmaciones como que la inmensa mayoría de las vías ciclistas implementadas aquí son deficientes y no aportan seguridad ni agilidad para la práctica de la bicicleta como medio de locomoción, volviéndose contra el fin que las justificaba. De la misma manera, enjuiciamos operaciones como la de las bicicletas públicas vendidas como medio de transporte. Y parece que lo hacemos alegremente. Simplemente porque no aportamos estudios sesudos de universidades internacionales o de expertos en la materia para argumentarlo.

Pues es cierto. Lo hacemos. Pero ¿por qué lo hacemos? ¿Es que estamos en contra de todo ello porque sí? ¿Es que nos escuece que no hayan contado con nosotros para montarlo? ¿Es acaso porque somos unos analfabetos y defendemos la ignorancia? ¿O es simplemente que estamos en contra de la bicicleta como vehículo universal?


Después de darle muchas vueltas al asunto y de habernos estudiado muchos estudios, informes y presentaciones durante muchas horas, jornadas y congresos durante muchos años, las únicas conclusiones que extraemos que nos hacen posicionarnos como lo hacemos son las siguientes:
  1. Hay estudios para todos los gustos, pero, sobre todo, hay estudios para justificar lo que se ha hecho y demostrar que es lo mejor que podía haberse hecho. Porque los demás hay mucha gente interesada en silenciarlos y sepultarlos.
  2. No hay suficientes datos fiables, resultado de investigaciones serias, que sean suficientemente representativos de la realidad ciclista urbana (ni tampoco interurbana) de este país. Ni en análisis de infraestructuras, ni en cuantificación de usuarios, ni en estudio de la siniestralidad, que no se hayan hecho por encargo y que no sean puras estimaciones.
  3. Los únicos datos fiables de que disponemos proceden de realidades que difieren sustancialmente de la nuestra porque ni el escenario, ni las circunstancias, ni la cultura, ni la educación de donde proceden se pueden comparar con las nuestras.
Es por todo eso y por la manipulabilidad de los números agregados, de la estadística, de las encuestas visadas, de la extrapolación temeraria y de los investigadores clientelistas, por lo que hemos aprendido a despreciar los estudios vengan de donde vengan. O al menos a relativizarlos. Porque el papel lo aguanta todo y los estudios no son sino papel. Los que apoyan las infraestructuras como única e infalible vía para promocionar la bicicleta de manera masiva, los que dicen que dichas infraestructuras sólo sirven para multiplicar los riesgos para los ciclistas que circulan por ellas, los que defienden la utilidad de las bicicletas públicas como sistema para fomentar la introducción de la bicicleta en ciudades con poca cultura de la bici, porque no hay ninguno conocido que las desapruebe, los que demuestran que el casco no sirve y los que defienden lo contrario. Todos contrastadísimos, todos contradictorios, todos firmados por doctores en la materia. Todos.

No va más allá de eso. La cantidad no demuestra la calidad y nosotros defendemos la segunda por encima de la primera. Y aquí seguimos constatando que a la gente le importa un pimiento la calidad y la cualidad con tal de que haya cantidad, en las condiciones que sea. Así pues, dejarnos en paz con eso de que en alguna parte hay algún estudio sesudo que dice la verdad y que somos unos ignorantes los que no lo tengamos en cuenta, simplemente porque es algo buscado, voluntario, premeditado y alevoso, después de haber intentado encomendarnos a los sabios del mundo y no haber conseguido dar con el Santo Grial de la Bicicleta.

Estamos con aquel que dijo que "La única fuente del conocimiento es la experiencia", que, por cierto, andaba en bici.

5 comentarios:

  1. Este blog es un oasis de sentido común. Debería ser de lectura obligatoria en las escuelas. Felicidades.

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  2. Por favor, no se puede decir que se está con Einstein y a la vez negar la evidencia de los estudios. Ningún estudio dice LA VERDAD, pero todos aportan datos, que son la única forma de avanzar. O nos basamos en algún método científico para poder confirmar nuestras tesis, o seguirán siendo opiniones que podemos repetir más o menos alto, con mayor o menor respeto, pidiendo que se nos deje en paz o aceptando opiniones y datos que difieran de nuestra tesis como parte del juego.

    Es cierto que habrá estudios extrapolables a nuestra realidad y otros que deberán ser adaptados o interpretados. También habrá conclusiones que nos gusten más que otras, sobre todo si lo tenemos tan claro que nos autodenominamos categóricos.

    Se puede incluso criticar abiertamente el modelo de implantación y promoción de la bicicleta como medio de transporte de este país y no por ello despreciar esos trabajos como fuente de información.

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  3. Conclusión: como los estudios que recopilan datos y profundizan sobre aspectos relacionados con la bicicleta con una metodología científicay trabajo no son perfectos, mi opinión es mejor.

    Pues vaya chorrada más grande de post. Hasta el peor estudio superará el super-estándar de calidad que te das a ti mismo: opiniones al viento ¿no?

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  4. Esto me ha recordado a una frase que me dijo una vez un amigo: "las opiniones son como los culos, todo el mundo tiene uno". ¿las opiniones de calidad y categóricas son como los culos de calidad? ;-P

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  5. Pues a mi la experiencia, en Madrid y los alrededores de Madrid, me dice que las condiciones para andar en bici por aquí son bastante malas. La experiencia de haber vivido en Holanda y de haber pasado mucho tiempo en Copenhague me demuestra que la voluntad popular y el liderazgo político puede crear buenas (no perfectas) condiciones para andar en bici con resultados visibles y tangibles (sin tener que mirar un solo estudio. Oh well, Spain is different...., aquí nos dedicamos a pelear unos con otros, que vamos a hacer.

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