jueves, 8 de noviembre de 2012

Bicis gratis para todos

En el mundo descabellado en el que nos movemos, en el que cualquier majadería, por desatinada que parezca, tiene alguien dispuesto a recogerla con tal de que le dé algún tipo de rédito, hoy nos hacemos eco de la última propuesta extravagante de un ayuntamiento: dar bicis a todos los vecinos que lo soliciten.

Aunque parezca un disparate e incluso suene como un disparate, el ayuntamiento de Arcachon se ha propuesto probar con una fórmula que se sale de lo que en el resto del mundo se entiende como bicicletas públicas. Ellos, los arcachonenses, tendrán a su entera disposición una bicicleta durante todo el año, simplemente porque lo deseen y cursen la solicitud en su ayuntamiento.


Esta idea, que ya se practicaba con colectivos concretos y en programas más o menos minoritarios (por ejemplo, en comunidades universitarias), propone una forma de hacerse con una bicicleta de calidad en unas condiciones realmente favorables y sin las servidumbres de los sistemas de bicicletas públicas tal y como se proponen en la mayoría de las ciudades, es decir, en red, con expendedores automáticos, multiusuario y con servicio de redistribución y mantenimiento intensivos.

¿Una bobada?

Quizá. O a lo mejor no. Los franceses, precursores de la bicicleta pública moderna, la 2.0, desde hace muchos años recelan de la operación que se fue fraguando en su país y que han conseguido vender en medio planeta. Por eso, cuando hace ya algunos años consultábamos entre los principales profesionales respecto a la universalidad de la fórmula mágica de las bicicletas públicas 2.0, ellos nos presentaban sus dudas al respecto, después de unos años de haber investigado a fondo el asunto que empezó en Lyon y siguió en París, Barcelona, Sevilla... hasta contaminar medio mundo (¿he dicho contaminar? vaya, tenía que haber dicho convencer).

Según estos consultores, únicas voces autorizadas que han osado poner en tela de juicio el "bike sharing", las poblaciones de menos de 500.000 habitantes difícilmente pueden tener éxito en una implantación de estos sistemas de bicicletas públicas y, en ellas, tiene más éxito proponer sistemas de préstamo de larga duración (como el que propone Arcachon) combinado con alquileres puntuales. Esto resulta no sólo más conveniente, sino más barato, más eficiente y más respetuoso ambientalmente. En definitiva, más limpio.

¿Por qué entonces ningún ayuntamiento fuera de Francia ha valorado esta posiblidad?

Pues porque ningún ayuntamiento se ha propuesto hacer nada cabalmente en relación con las bicicletas públicas, sino que lo han hecho simplemente porque o bien se lo han venido a proponer "llave en mano" y lo han comprado, o bien han visto que todos los ayuntamientos de su competencia se han ido dotando de este tipo de servicios y ellos han actuado por reacción, más conocida como envidia. Como decía uno de esos estudiosos del asunto en los primeros y gloriosos años de las bicis públicas: Los ayuntamientos modernos se dividen entre los que tienen un sistema de bicis públicas y los que lo quieren tener.

Pues resultó entonces y resulta ahora que había alternativas, pero se tuvo a bien ignorarlas, sobre todo desde el IDAE, que decidió financiar a los de las máquinas expendedoras de bicis compartibles y dejar todo lo demás fuera de juego, simplemente porque era más sencillo.

Otra pequeño detalle: es parte de un plan

Efectivamente, la propuesta, que tanto gancho mediático tiene, resulta que es parte de un plan que este ayuntamiento lleva ejecutando desde hace más de 10 años: parkings disuasorios, transporte colectivo limpio y gratuito, programas de camino escolar en bici y a pie, coche compartido, campañas de sensibilización bajo el lema común... todo bajo el lema "La calle os pertenece" y que busca, según sus responsables, "la seguridad del peatón, para cuidar la salud pública, reducir la contaminación, economizar energía y hacer que la circulación en el centro urbano sea más fluida”.

De todos es conocida la capacidad de los franceses que vender con orgullo sus apuestas y logros, pero, visto desde aquí, suena bien. Al menos ellos venden planes y no sólo propuestas aisladas.

Otras formulaciones de las bicis públicas

Hay ciudades donde este tipo de bicicletas de préstamo de larga duración (VLD Veló Longue Durée) se combinan con bicis públicas 2.0 (VLS Veló Libre Service), enfocando el uso de las segundas a desplazamientos ocasionales punto a punto y las primeras a los ciclistas cotidianos. Un ejemplo: la ciudad de Lille, con un área metropolitana de algo más de 1.000.000 habitantes, cuenta con 1.100 bicicletas públicas (VLS) y ni más ni menos que 3.000 bicicletas de préstamo de larga duración (VLD).


Un buen ejemplo para entender que, incluso en las grandes ciudades, donde los sistemas de bicis públicas pueden tener sentido, el préstamuo de larga duración puede representar una solución complementaria para atender al ciclista cotidiano, mucho más juiciosa que tratar de atenderle con las bicis públicas. Que tomen nota los que se aferran a las bicis públicas 2.0 como única solución posible.

Otras ciudades con servicios similares: Brest, Pau, Grenoble, Estrasburgo, Dijon.

De todas maneras, tratar de suplantar las bicicletas privadas con bicis públicas de uso privativo no deja de ser una maniobra difícil de defender a gran escala.

Aunque siempre .la versión privada del tema, empresas de leasing de bicicletas de larga duración para empresas. Todo un mundo a explorar más allá de los carísimos sistemas de bicis públicas

2 comentarios:

  1. hola...estuve en Arcachon este verano y toda la zona es un paraíso para los ciclistas...muy concienciados...

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  2. reblogueado en http://piratasdelabicicleta.blogspot.com.es/2012/11/bicis-gratis-para-todos.html

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