viernes, 20 de febrero de 2015

Cortinas de humo y bicicletas

Un programa europeo que persigue la mejora de los hábitats financia el proyecto Life+ Respira, que, liderado por la Universidad de Navarra en colaboración con CIEMAT y Gestión Ambiental de Navarra, trata de demostrar que es posible reducir la exposición de las personas que circulan en bicicleta y a pie por la ciudad a contaminantes atmosféricos urbanos.

Para conseguirlo van a mapear la calidad del aire prácticamente on-line, contando, entre otros, con la inestimable ayuda de unos cuantos ciclistas que voluntariamente se van a prestar a transportar unas estaciones sensoras móviles que van a transmitir sus registros cada 10 segundos, recogiendo datos a lo largo de sus itinerarios habituales durante 2 años para confeccionar un mapa que ayude a extraer conclusiones tales como: cuáles son las rutas preferidas por los ciclistas, cuál es la calidad del aire en las distintas zonas de la ciudad de Pamplona, cómo afectan elementos como el arbolado, la altura de los edificios, la anchura de las calles, la segregación del tráfico o la hora del día... un proyecto ambicioso que busca también ofrecer, mediante una aplicación, información en tiempo real que recomiende las rutas que menos exposición a la contaminación presenten en la ciudad.

Casi nada.

En la presentación pública del proyecto se manejaron muchos tópicos relacionados con la bicicleta como la exposición de los ciclistas a los elementos contaminantes, el necesario entendimiento con los peatones por la lógica ocupación de las aceras, la aportación de la bicicleta en el desarrollo sostenible y muchos otros que no merece la pena repetir. Allí estaban los voluntarios que se van a prestar a movilizar los sensores a pedales llenando el salón de actos del Planetario de Pamplona, un marco incomparable para acoger este evento y darle un carácter global a esta acción local aplaudiendo las intervenciones. Perfecto.


Sin embargo y en medio de la felicidad protocolaria que suele acompañar este tipo de presentaciones, llenas de esperanzas y buenos propósitos, algo destilaba una cierta autocomplacencia y un poco de escaparatismo verde y no precisamente entre los miembros de dicho proyecto. En los corrillos de después, esos que se forman de manera más o menos aleatoria tras el acto, se respiraba una cierta suspicacia sobre la eficacia de este tipo de iniciativas para cambiar inercias tan potentes como la que domina los asentamientos urbanos en nuestras latitudes en el tiempo presente y justifica la dependencia inevitable de los coches.

La gente, los de las bicis y los que no lo son tanto, están ya resabiadas y recelan de este tipo de iniciativas y de su capacidad de hacer algo más que constatar un estado de cosas.más o menos inamovibles. 

Claro que va a ser valioso tener un conocimiento profundo y pormenorizado de las variables que determinan la calidad del aire en una ciudad del tamaño y de las características de Pamplona. Claro que va a ser útil saber cómo deciden los ciclistas sus itinerarios y cómo les puede afectar el conocimiento de la contaminación en sus elecciones. Claro que va a ser curioso ver de qué manera influyen elementos tales como el arbolado, la estructura de las calles, la influencia del viento o la aplicación de pavimentos catalíticos que absorben partículas contaminantes. Pero ¿no estaremos afrontando el tema del impulso de la movilidad no motorizada desde un ángulo muy lateral y quizá demasiado complaciente?



Porque si no se trabaja sobre la posibilidad de cambiar la configuración de la ciudad, de reorganizar el tráfico motorizado, de desincentivar la invasión sistemática de los coches de los núcleos urbanos, quizá todo este esfuerzo no se quede más que en algo bonito, interesante pero anecdótico.

O quizá un mapa que enseñe cómo la contribución indefectible en la mala calidad del aire producto de la promoción del abuso del coche que se sigue haciendo en ciudades como Pamplona (incluso paralelamente a un pretendido impulso de la bicicleta o un testimonial apoyo al transporte público) sirva para concienciar a los ciudadanos de la capital navarra y, de paso, al resto de los que los que se quieran enterar, de que mantener las cosas como están y seguir teniendo autopistas urbanas que diseccionan nuestras ciudades y aparcamientos céntricos que incentivan el uso del coche es, no sólo inaceptable, sino improrrogable por afectar directamente a nuestra salud. Nosotros vamos a empujar en este sentido.

No olvidemos que la contaminación mata mucho más que otros agentes en nuestras sociedades modernas y pretendidamente desarrolladas y la utilización del coche es el principal causante de esa contaminación en nuestras ciudades.


Os mantendremos informados, de primera mano.

3 comentarios:

  1. Me faltó saludarte en la presentación :P

    Pasaron de puntillas sobre el detalle de que patrocina la investigación una empresa de asfaltos, que quiere verificar las propiedades de un producto catalítico que (se supone que) ayuda a reducir la contaminación.

    Y me pareció más un proyecto de investigación de calidad del aire que uno de fomento de la bici. No sé cómo lo han vendido para lograr financiación, y espero que puedan hacer de todo...

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  2. Cuando leí la nota de prensa http://cadenaser.com/ser/2015/02/17/ciencia/1424190565_502012.html creí que los coches no emitían contaminación, que era un efecto inherente a ir en bicicleta. La investigación básica está bien y a veces da unos resultados que no se esperaban en la planificación del estudio, pero no deja de ser impactante que se hable de hacer un mapa tan detallado de la contaminación y que dé la sensación de que se obvia a los que contaminan, como si tuvieran que estar ahí siempre.
    He compartido esta entrada en www.reddit.com/r/biciesp e invito a todo el que lea esto a suscribirse.

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  3. Hola Eneko.
    Soy un@ de las personas que se plantea dejar el coche en casa y usar la bici y si lo termino haciendo es precisamente por proyectos como este que me van a dar información y van a conseguir que se hable de la bici más todavía. Me encanta ver a gente cercana en bici, pero si veo al banquero me digo: algo está cambiando y precisamente proyectos como este pueden ayudarnos.

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